En 2007, cuando el valor de las propiedades de bienes raíces disminuyó o fueron embargadas por incumplimiento del pago de la hipoteca, millones de propietarios comprobaron con dolor la veracidad de lo afirmado por Robert T. Kiyosaki en su bestsellerPadre rico, padre pobre: que una casa no siempre es un activo.
Hoy todos somos conscientes de que las casas pueden ser un pasivo. Hoy todos sabemos que el valor de nuestro hogar puede aumentar o disminuir. Hoy todos sabemos que podemos perder dinero invirtiendo en la bolsa de valores. Hoy todos sabemos que nuestro dinero puede perder valor y nuestros ahorros esfumarse.
Por todo esto, hoy tu cociente intelectual financiero es más importante que nunca. En un mundo inestable, tu mayor bien es tu inteligencia financiera.