Argumento de Incendiario, el
Los dos grandes maestros de Miguel Veyrat son ambos insulares y sicilianos, Empédocles, el filósofo devorado por el volcán, y Salvatore Quasimodo, que pudo escuchar desde las profundidades marinas al Oboe Sumergido. Su símbolo poético, Prometeo o la palabra ontológicamente mitificadora, lenguaje de dioses o robada a los dioses. Para el poeta no existe la muerte, pues todo es canto o llama.1