Este es el tercer y último volumen que acaba de salir a la luz pública, de lo que ha resultado ser, al cabo de los años, una obra teórica casi monumental sobre la imaginación. Su autor publicó en 1978 (Grijalbo, Barcelona) una ?Crítica de la imaginación? (publicada nuevamente en Hiru: ver "Crítica de la imaginación") en la que anunciaba la publicación de nuevas entregas de su reflexión teórica. Esta tarea pasó por muchas vicisitudes. Más tarde se publicaría el segundo tomo (Hiru: "Las dialécticas de lo imaginario") y ya hoy se ha editado el tercero y último, "Imaginación, retórica y utopía", que completa el conjunto que tiene el título definitivo y general de ?Crítica de la imaginación pura, práctica y dialéctica?.
En este libro se trata de cómo se relaciona nuestra imaginación con esas dos realidades que son el lenguaje (nuestro hablar y nuestro escribir), y la sociedad (nuestra práctica social y política). En el primer caso estamos en el mundo de la Retórica y en el segundo en el de la Utopía: imaginando siempre relaciones que no hay en la realidad actual pero que podría llegar a haber, para bien o para mal. En este último caso -"para mal"-, entramos en el mundo, ya de la retórica mala, ya de las temibles "distopías"; mundo al que no quisiéramos que se llegara nunca, pero que nos amenaza con imponerse, paradójicamente, cuando tratamos de hablar y de escribir mejor que ahora y, sobre todo, de construir un mundo mejor ("otro") que éste en el que ahora vivimos.
Particular interés tienen los muchos pasajes que el autor dedica a la lectura de grandes autores de ficción, como Julio Verne, y, en su conjunto, a pesar de la complejidad de los temas, la obra se hace leer con el interés con que son leídas las buenas novelas.
En realidad, el pensamiento del autor se desarrolla ante nuestros ojos con caracteres de intriga novelesca; y más que un libro convencional de pensamiento ("filosofía universitaria" o "académica"), se desarrolla como "la novela de un pensamiento", a cuya creación asistimos en vivo, y no después de haber sido elaborado éste, plácidamente, en un gabinete de trabajo. En realidad es un trabajo de pensamiento y de imaginación, en el que la imaginación se imagina y se piensa a sí misma. Imaginar es también pensar, piensa el autor, aunque tantas veces se trate de oponer estas dos instancias: "¿Tú imaginas o piensas?". A lo que, según el autor, podría responderse: "Yo imagino porque pienso y pienso porque imagino". La imaginación es, resume Sastre, dialéctica.
En la abundante bibliografía existente sobre el tema de la imaginación , esta obra que ahora aparece y las dos que le precedieron -es decir, la trilogía- reclaman un puesto de notoria importancia.