Con acertado criterio la autora remarca las distancias entre sexos, en época reciente, no tan lejana de un país en el que poco a poco se va deshaciendo la madeja de desigualdades, todavía es pronto.Hortensia es agradable de leer; buena, sencilla, escultora impenitente de si misma; con narrativa armada; sensible de corazón y tremendamente realista.Por eso, no quiero que mi único motivo para vivir sea la vida, no quiero que mi único motivo para amar sea el hombre; necesito asomarme a la puerta de la igualdad, para poder estar a gusto con la vida e incluso para poder soportarla.Manuel Jesús Ruiz Pareta.