?Historias breves para noches largas? nos muestra a unos personajes (Joselillo, el niño que anhelaba ser torero o Pedro, el aprendiz de relojero) en las que la primera persona en la narración logra que nos identifiquemos con las motivaciones e impresiones de cada uno de ellos. Así mismo, destaca la cuidada descripción de las situaciones y el estilo fluido y ágil, que terminan por enganchar y sumergir al lector en la trama como personaje más.