Pero nada como una prohibición para aguijonear al deseo. Sobrecargado de connotaciones y fantasías, el pantalón acompañó todas las transgresiones que jalonaron la ruta de la emancipación de las mujeres. Artistas, feministas, revolucionarias, viajeras, actrices, deportistas, fueron innumerables las mujeres conocidas y desconocidas que se apropiaron de la prenda masculina. Pero habrá que esperar a las décadas de 1960 y 1970 para que el pantalón se feminice. ¿Fin de la historia? En absoluto. Todavía queda un largo trecho por recorrer.