El autor pertenece a una familia de raigambre literaria, pues es nieto de Jardiel Poncela, el gran humorista. Es Doctor en Filología Hispánica y ha enseñado en universidades de España y del extranjero. Ha publicado más de una treintena de ensayos literarios, históricos y filosóficos y ha acabado hasta la coronilla de tanta erudición y tanta mandanga. Por ello se ha liado la manta a la cabeza y decidido que, si la literatura tiene como propósito divertir a la gente, tiene que empezar por divertirle a él. Así es que se propone hacer del humor su única patria y reírse del conocimiento sobre autores, libros y movimientos que ha ido acumulando durante su vida y que resulta que, al final, no sirve absolutamente para nada. En este libro se erige en denunciante de tópicos, destructor de mitos, azote de críticos y desmitificador de bodrios literarios, y jura no volver a aburrir a nadie con escritos plúmbeos, como hasta ahora hacía.