En la presente edición, en efecto, los dos volúmenes originales se publican como otras tantas partes, con los mismos títulos, y ofrece una historia general del pensamiento económico desde una posición «austriaca», esto es, en la perspectiva de alguien que se adhiere a la Escuela Austriaca de Economía. Sigue, pues, el camino iniciado por Schumpeter en su Historia del análisis económico, si bien enriqueciéndolo considerablemente. Destaca el papel de algunas figuras consideradas «menores», deshace muchas ideas convencionales e insiste sobre la importancia de las filosofías religiosas y sociales junto a las ideas estrictamente «económicas». Rastrea a lo largo de la Historia ideas que posteriormente constituirán el núcleo de la Escuela Austriaca, como la concepción subjetiva del valor y el protagonismo del empresario en el proceso económico.
La primera parte analiza el pensamiento económico desde sus comienzos en el mundo griego «hasta Adam Smith», destacando particularmente la aportación de la tardía Escolástica española (la famosa Escuela de Salamanca) como anticipación de la teoría subjetiva del valor, así como la obra de autores como Turgot y Cantillón, verdaderos fundadores de la ciencia económica, según el autor. Sobre Adam Smith, en cambio, manifiesta una opinión bastante negativa, señalándolo como responsable de un fatal desvío en la línea de evolución de la teoría económica por su teoría «pre-marxiana» del valor-trabajo; interpretación que algunos considerarán poco matizada y un tanto sesgada. Se trata, en todo caso, de un trabajo de gran erudición, escrito con brillantez, claridad y sentido del humor.
En la segunda parte, el autor continúa su recorrido cronológico, esta vez sobre las ideas económicas posteriores a Adam Smith (cuyo pensamiento económico ya había analizado en los últimos apartados de su primera entrega), examinando en profundidad las teorías de Say, Bentham, James Mill, Ricardo y John Stuart Mill, entre otros clásicos, y terciando en la controversia bullionista y en la polémica sobre la escuela monetaria. En la última parte de este volumen dedica varios capítulos al examen y a la disección del pensamiento marxista, al que desmenuza con precisión, poniendo en evidencia sus contradicciones. Termina la obra con la escuela francesa del laissez-faire, haciendo especial hincapié en F. Bastiat.