Raimundo Silva es un revisor de textos de una editorial, un personaje anodino que tiene como misión en la vida conservar la integridad de los textos que llegan a sus manos. Un día, revisando un texto histórico, toma una decisión: introducir un «No» donde debiera aparecer un «Sí». Esta determinación altera, sin duda alguna, la historia escrita, pero también va a ser fundamental en su vida personal.
El conservador Raimundo Silva no volverá a ser sujeto paciente de la historia, tanto la universal como la personal, porque su acto de rebeldía le hace asumir el protagonismo que, como hombre -y por tanto hegemónico- le corresponde en la vida.