En 1534, en la ciudad alemana de Münster, un antiguo sastre llamado Bockelson se constituye en «profeta» y se apodera de la localidad, convertida en Ciudad Santa de Sión; primero moralmente, invocando «el retorno a la pureza de la religión cristiana», y luego por medio del terror y la fuerza impuestos por los suyos. La corriente de los anabaptistas que él encabezaba era la más extremista y creían poder volver al estadio anterior al pecado original a través de un reordenamiento social.
Los resultados de la utopía de Bockelson fueron desastrosos: lujuria desenfrenada, abusos de todo tipo, poligamia obligatoria -bajo pena de muerte si las mujeres se negaban-, histeria colectiva, eliminación de «las bocas inútiles», ejecuciones cotidianas -a menudo simplemente por hablar mal o burlarse del «profeta», ahora convertido en rey-, y, finalmente, cuando se ven cercados por las tropas del obispo y acuciados por el hambre, antropofagia. El drama, que dura dos años, sólo concluirá con la caída de Münster y el ajusticiamiento de Bockelson y sus secuaces.
Friedrich Reck-Malleczewen, miembro de una familia de militares prusianos de la que se aleja para residir en Baviera y dedicarse a la música y la literatura, escribe este texto en la Alemania nazi, lo entrega a la imprenta en 1937 y el libro es secuestrado inmediatamente por las autoridades. Después, tras una delación anónima, Reck-Malleczewen es detenido y finalmente muere en Dachau en febrero de 1945, a pocos meses de la liberación del campo.
No es de extrañar que despertara semejante inquina entre la jerarquía y los seguidores nazis, porque, con fina perspicacia, al relatar los hechos de Münster y la brutalidad extrema ejercida sobre los habitantes, los compara con lucidez e indignación con los del gobierno de Hitler, con su totalitarismo, sus mentiras, sus purgas, sus arbitrariedades y la violencia ejercida sobre una población cautiva. El libro se volvió a editar en 1958. Testimonio estremecedor e inapreciable, en Editorial Reino de Redonda nos complace ponerlo ahora al alcance de todos los lectores de habla castellana.