El día del veinticinco aniversario de Sebas y Marga, se dieron un beso y un abrazo muy fuertes y, luego, se entregaron los regalos.
El de Marga era un bonsai, que encantó a Sebas quien se apresuró a entregar a Marga el paquetito que tenía preparado.
Ella lo abrió emocionada y descubrió en el interior de una caja una maravillosa figura de marfil auténtico tallada a mano.
Lo que no piensa Marga es que el principio de esta historia es tremendamente triste, pues mientras ella está tan feliz por su regalo, una hembra de elefante llora amargamente y no encuentra consuelo porque los colmillos de su amado han emprendido un largo camino.