Este libro recoge en esencia la vida del escritor suizo Ulrich Bräker, nacido en 1735 en una familia campesina muy pobre, criado en medio de grandes necesidades, que fue soldado mercenario, escapó de la guerra, volvió a casa, se casó, se dedicó al negocio del hilo, tuvo hijos... y poco más. Una vida como la de muchos de sus paisanos y vecinos, nada especial, y sin embargo esta autobiografía novelada, o novela autobiográfica, ha recibido los elogios de autores como Hofmannsthal o Walter Benjamin. Hay en la obra de Bräker un carácter tan atormentado y temeroso de Dios como firme en su individualidad, un carácter marcado por la introspección reflexiva y una curiosidad y admiración por el mundo que trata de ver en lo anecdótico tanto las leyes naturales o del hombre como los designios del Todopoderoso. Esto es lo que permite a Bräker contemplarse desde cierta distancia y narrar su discurrir por el mundo exterior e interior de forma descarnada para, al final de su vida, poder hacer balance sincero.