El autor aborda en esta obra la formación del individuo tal cual se desarrollaba en textos a menudo poco analizados -Artemidoro, Galieno, Pseudo-Luciano- pero determinantes en la instauración de una finalidad general de la cultura, que culmina en el surgimiento de una personalidad singular, capaz de dar el mejor uso de su cuerpo y de su espíritu educado armónicamente, para volver incluso a asumir las funciones políticas a las que de entrada estaba predestinado. Foucault pretende restablecer en El cuidado del sí ciertos lazos, rotos por la modernidad, con una antigua tradición clásica que nos invita a redescubrir.