Luis lo tiene todo. Casado con dos hijos y directivo de una entidad financiera, gobierna una rutina diaria tan estable que le hace un hombre satisfecho. Es su trabajo el que le proporciona algún acicate novedoso y en eso expone su compromiso. Algo ocurre para que todo ello se rompa. La confianza en el que considera su amigo de verdad se tambalea. Como consecuencia, el empleo del que siempre se ha sentido orgulloso se resiente. A esto se le une la creciente duda sobre la marcha de su matrimonio, y por si fuera poco, el reconocimiento de unos sentimientos escondidos que le dan a su esperanza un alcance nuevo.
El vínculo que les une a los dos dirige sus caminos hacia un mismo punto desde el que se reforzarán sus lazos y podrán convertir definitivamente las mentiras que los envuelven en impulsos que los llevarán a una realidad diferente.