Argumento de Hijos del Rayo
Encuadernación: Cartoné
Desde hace unos años se empieza a mirar a los cartagineses de otra manera, una atención brotada en el campo mejor abonado de ciencias históricas más maduras, en el que han crecido particularmente las investigaciones arqueológicas, basadas en testimonios y huellas materiales que no desaparecieron de un legado cartaginés que sí quedó tan borrado en las páginas de su tradición literaria. Se ha ido imponiendo la búsqueda de respuestas adecuadas a preguntas progresivamente más atinadas, cuando los análisis históricos, contando con una gama de fuentes mucho más rica, empezaban a preguntarse por las realidades profundas más allá de lo meramente evenemencial, campo histórico fundamental o casi exclusivamente abonado y roturado por los vencedores históricos (Roma), para demérito de los vencidos (Cartago).
Esta particular nueva mirada a las realidades culturales que aportaron y consolidaron los púnicos y, fundamentalmente, los Barca con su dominio en Hispania logros y realidades culturales que perduraron y se imbricaron con los procesos de romanización que siguieron a la conquista romana pueden resumirse en la detección y la valoración de fenómenos caracterizables como «neopúnicos».
La presencia bárquida en Hispania ha adquirido una nueva dimensión analizada en el marco del desarrollo de potentes estados expansionistas de matriz helenística y como una de sus manifestaciones más importantes; como el desarrollo, en fin, de un ambicioso proyecto estatal e imperialista truncado por la derrota sufrida ante Roma, su gran antagonista y partícipe de la misma adscripción a la corriente helenística. La importancia de la acción bárquida queda determinada por la envergadura del proyecto puesto en marcha, por sus consecuencias en la urdimbre organizativa y cultural que, de añadidura, seguirían desarrollando en la misma dirección los vencedores romanos, por su impronta en ese proceso que perpetuaba e interrumpía a un tiempo la nueva potencia dominante.1