Los niños, a pesar de las dificultades, mantienen el coraje y la dignidad. Como Vothy, que nació con SIDA cerca del Mekong; Reneboy, que crece en un vertedero de Manila; Yeshe, un niño-monje tibetano que peregrina para encontrarse con el Dalai Lama; o Man Hon, que es autista, y cruzó la frontera entre China y Hong Kong y nunca regresó.