Argumento de Herederos Desheredados
El protagonista de la novela necesitado de la escritura para mantener su salud mental, escribe sobre las relaciones de amor/frustración con la juventud y la sociedad actuales. Estudiante universitario en la época franquista señala los paralelismos existentes entre la España de 2015 y aquellos tiempos que parecían estar archivados en la memoria del olvido. La pobreza que alcanza a más de un 25% de la población; millones de niños desnutridos; la falta de trabajo, la precariedad de los nuevos contratos la mayoría temporales y el que lo tiene cobra lo que quiere el patrón; la desigualdad de los salarios de la mujer; el desprecio absoluto hacia el cambio productivo a través del I+D+i; una justicia desigual y el acallar a los ciudadanos con Decretos, parece todo ello estar asumido por la mayoría de los habitantes de éste país. Si acabada la guerra civil, miles de personas tuvieron que exilarse por miedo al dictador, ahora lo hacen los más jóvenes por no obtener los derechos básicos que dice la Constitución, como son entre otros muchos el trabajo y una vivienda digna. Además la Iglesia, ahora como entonces al lado de los que gobiernan y han gobernado hasta hoy, mantiene la boca callada mientras se adueña de miles de inmuebles y de regalías sin la menor explicación, mientras el verdadero Cristo ha sido bajado de la cruz para luego ser desahuciado de su casa y tener que alimentarse en comedores de Cáritas. Dentro de este "idílico panorama", al que los gobernantes llaman "la envidia del mundo" --sí lo es para los banqueros, los especuladores y los corruptos--, el 50% del gran colectivo de perdedores, los jóvenes, parece todavía hacer oídos sordos preocupados por obtener el último modelo de smartphone que les permitirá, eso sí, enterarse de sus penurias a la velocidad de la luz. 1