Pero el marido de Ygraine, el duque Gorlais, le había dado tres hijas, las cuales eran medio hermanas de Arturo: Morgausa, rubia, de ojos azules, seductora y perezosa; Viviana, pelirroja, de ojos verdes, rápida y vivaz; y Morgana, tan oscura como su pelo y sus ojos y tan sensual como sus rojos labios rubí.
Las tres son iniciadas en la brujería, y Merlín es el encargado de educarlas en las artes de la sanación y la magia y de intentar interceder en el futuro que prevé para Arturo, en el cual un antiguo adversario utilizará artimañas y encantamientos para sabotear al hombre que debería ser el salvador de Inglaterra.
Cada una de las tres hechiceras debe llevar a cabo una tarea: una debe ayudar, la otra entorpecer y la tercera destruir todo aquello por lo que Merlín ha trabajado durante siglos.