Las letras, esa arquitectura del placer.
Un libro que se puede contemplar de muchas formas:
al estilo clásico, o girando las páginas, como una escultura de papel por la que puedas pasear. Mirar cada letra, tocarla, leerla... Cada una tiene su propio sonido, su propia forma y color.
He aquí una ciudad de papel.
Las páginas de \"Hasta el infinito\" comienzan con un juego para los lectores: pronunciar la letra A en voz alta hasta que su eco choque con las paredes. Una diversión extensible no sólo a las piezas que componen el abecedario, sino también a las vocales de forma independiente y posteriormente a los números. Kveta Pakovska presenta en esta obra una sucesión de imágenes increíbles, que dan vida a todos y cada uno de sus elementos y que son una invitación a experimentar con los sentidos. Su mensaje artístico aspira a dejar huella en los lectores y, principalmente, hacerles disfrutar.