"Esta novela pertenece y se encuadra dentro de aquella alta estirpe de la comunicación lingüística que fue conocida como literatura y que, como los dinosaurios en su tiempo, se extinguió a finales del siglo XX. La estirpe de Cervantes, Shakespeare, Sterne, Flaubert, Melville, Thomas Mann, Robert Musil, Kafka, Virginia Wolf, Faulkner, Juan Benet, Canetti, Sánchez Ferlosio, Dürrenmatt y muchos, aunque no demasiados, otros. Una estirpe dedicada a trazar el mapa interior de la tradición humanista, los grandes ejes abstractos o concretos de la condición humana, los nudos de tensión entre las vidas individuales y una realidad social casi siempre hostil, ancha y ajena".