¿Hacia dónde va el mundo? contempla, bajo un nuevo prisma, las relaciones entre el pasado, el presente y el futuro, preguntándose hacia dónde vamos, qué significa esta crisis y qué papel desempeñan, de tener alguno, las viejas ideologías ante los retos del siglo XXI.
Así, dice Morin: Cada uno de nuestros organismos es una república de treinta billones de células. ¿Por qué no se puede organizar una federación de algunos cientos de naciones y de 3 a 6 billones de homo sapiens? Ello no sólo es algo razonable, sino que es vital que empecemos a planteárnoslo.