Toda familia esconde un secreto. La de los Lax, una de las sagas más prestigiosas de la Barcelona de finales de siglo XIX y primera mitad del XX, no podía ser la excepción. Los Lax asistirán al cambio de siglo y a su traslado al por entonces incipiente Paseo de Gracia, desde cuyo palacete modernista serán testigos de la profunda transformación de la ciudad, sus ciudadanos y costumbres, además de su propia familia.