Hernán Ruiz Bonet.
SRI RAMANA MAHARSI (1879-1950), uno de los más grandes sabios de la India de los últimos siglos, fue conocido por su poderoso silencio y su enseñanza de la autoindagación como técnica de profundización en el conocimiento de uno mismo. Durante más de cincuenta años permaneció en su amada colina de Arunáchala, donde lo visitaron miles de personas -tanto de Oriente como de Occidente- que dejaron testimonio de la profunda paz y sabiduría que constantemente emanaban de su sencilla presencia.
SULAIMAN SAMUEL COHEN, contable de raza judía e iraquí de nacimiento, llegó a la India en su juventud.
Durante algunos años, trabajó en Bombay y, tras convertirse en miembro de la Sociedad Teosófica, se trasladó a su cuartel general de Adiar (Madrás), donde permaneció durante cinco años.
Cuando Samuel Cohen conoció la historia de Sri Ramana Maharshi, viajó a Sri RAmanáshramam con la intención de quedarse unos quince días y, finalmente, permaneció catorce años, desde 1936 hasta 1950, año en que el Maharshi dejó el cuerpo. Fue uno de los muchos devotos incondicionales que se instaló en Palakoottu, una colonia de sadhus cercana al áshram.
Cohen vivió en Tiruvannámalai algunos años después del Mahanirvana del Maharshi. Más tarde, se retiró a Vellore para llevar una vida tranquila. Murió en mayo de 1980: su samadhi se encuentra dentro del recinto del áshram.