Los vikingos tenemos fama de ser sangrientos maleantes que infestamos los mares y aterrorizamos a los pueblos, pero en nuestra vida cabe mucho más. Para ser un buen vikingo, lo primero que debes hacer es entender nuestro mundo: aprende a leer runas ancestrales, aviva el fuego del hogar, celebra fiestas con nosotros y combate contra nuestros enemigos. Yo, Ari el Ilustrado, estoy dispuesto a abrir el cofre de nuestra sabiduría y enseñarte todo lo que sé. Presta atención a mis palabras, porque pronto la llamada del mar te invitará a que ices las velas y emprendas tus propias aventuras.