Hace algunos años, mientas paseaba por un vivero de Tepoztlán, Marie-Pierre Colle Corcueva conoció a una joven que tenía la imagen de la Virgen de Guadalupe tatuada en el pecho, y le preguntó por qué la llevaba bajo la piel: "Guadalupe en mi cuerpo como en mi alma" respondió.
La devoción de este joven Juan Diego fue para la autora inspiración inmediata.