Este libro es fruto del reconocimiento al magisterio de Julio Lois, que nos ha hecho
mejores cristianos porque nos ha exigido el seguimiento de Jesús como condición
intrínseca para conocerle. En Julio se aunan la profesión académica y el compromiso pastoral, parroquial y vecinal. Gracias a él, se ha enriquecido entre nosotros el método de la teología práctica o pastoral.