?Nunca me importó la dudosa moral que rodea y condiciona las relaciones humanas, pero cuandoel cuerpo habla se lo ha de escuchar con atención, porque éste jamás duda ni miente, sólo conoce la verdad y la expresa con una claridad que a veces resulta aterradora,?al menos para quienes supimos escapar innumerables veces sin sentido hacia el vacío.
Solo para los valientes está reservado el privilegio del amor verdadero.
Estos fueron mis intentos?.