Todo empieza en este imprescindible tomo de Grandes autores de Batman, que incluye, entre otros hitos, las primeras apariciones de villanos tan míticos como el Ratonero, Cornelius Stirk o el Ventrílocuo y Scarface.
Entre los años ochenta y los noventa, si hubo un dibujante capaz de definir a Batman para su época como en otras Sprang o Adams, ese fue Norm Breyfogle. Con solo 10 años ya pensaba en disfrazarse de murciélago para hacer justicia, y no mucho después DC, tras convocar un concurso para aficionados, publicaba un dibujo suyo de Robin. Su sueño de ocuparse de Batman como profesional se hizo realidad en el núm. 579 de Detective Comics (octubre de 1987)... y el resto es historia.