Las líneas que vienen a continuación son las de un libro de historia de una hermandad, de una Imagen, de una devoción, de una ciudad. Procuran centrarse en el Alfa y el Omega bordados en la "túnica persa" del Señor. Una imagen titular que sería universal y que fue anónima durante años. Una historia que no es local: en las andas barrocas de Francisco Antonio Gijón se podría estudiar a Berninini y a Borromini; en los bordados de Rodríguez Ojeda, la vanguardia sevillana que no emigró a Montparnasse o el recuerdo de los grutescos de Pompeya y los bordados de la Magna Hispalensis... Una hermandad que vivió la decadencia, la influencia, que estuvo junto a los Reyes pero que sólo tuvo a un Señor; que tuvo pleitos históricos y hasta posibilidades de fusión con la Esperanza más universal; que intentó ser manipulada por los poderes, pero que sólo tuvo un Poder entre sus reglas; sólo tuvo a un Dios, que puede ser el de los poderosos, que decía Núñez de Herrera, o el de los menesterosos de cualquier signo pero, ante todo, devotos de la visita a los viernes del Señor. Hermandad del siglo XV y del siglo XXI, con riqueza patrimonial pero, sobre todo, devocional. Las siguientes líneas son un empeño difícil, un libro para leer con los ojos abiertos y también con los ojos cerrados, un compendio que sirva de divulgación, para los de dentro y los de fuera, sobre una imagen, una hermandad y una devoción de siglos.