Francisco de Goya, el genial pintor que se adelantó a su tiempo, fue un incomprendido. Este aragonés universal, apasionado, de indomable carácter, sincero, patriota, independiente y triunfador, terminó su dilatada vida en el exilio, casi olvidado, y desengañado de los caprichosos vaivenes de la fama y la política. Nos dejó una abundante y variadísima obra pictórica que le convierten en un artista irrepetible y de gran influencia en el arte posterior.