Alfredo es el propietario de un modesto gimnasio de boxeo en el barrio del Lucero. Tiene entre sus pupilos a un púgil prometedor al que prepara para ser campeón. Un día, sufre un encuentro fortuito con el jefe de una organización criminal que lucha para hacerse con todo el territorio de Madrid. Piñata, que así se apoda, convencerá a Alfredo para que participe en un montaje sentimental con Magda López, una presentadora de televisión venida a menos que necesita publicidad. Junto a ella, Alfredo conocerá los salones de la alta sociedad mundana y los palacios aristocráticos, a toreros, a disolutos herederos de negocios millonarios y a ídolos del rock. Todos tienen algo en común: están en manos del gánster Piñata y, de una u otra forma, pueden ser destruidos por él.