Argumento de Gloria y Ocaso de la Fiesta de la Vendimia
En aquellos primeros días de septiembre de 1948, calurosos, como era de rigor, Antoñito acudió de la mano de su padre a los actos de la flamante Fiesta de la Vendimia. Contaba el niño con tan sólo 11 años, pero aquel fotograma tan familiar y entrañable quedó en su memoria para siempre. Seguramente lo recree o lo vuelva a pasar, como la película favorita de uno, en ciertas ocasiones. Como él, muchos serán los jerezanos que mirarán atrás y abrirán el álbum de la memoria con este libro, obra de aquel pequeño, ya hoy sin diminutivo, Antonio Sanz Zamorano.1