Giss ha conseguido escapar de las garras del comisario científico Nisch, pero el precio ha sido muy elevado: la vida de Tagui. Con la ayuda de Kina, Giss busca refugio en el laboratorio de Astrid Louan, antiguo investigador del gobierno y que ahora busca en secreto una cura para el virus que corroe las entrañas de Giss y del propio Louan. ¿Pero cuál es el auténtico objetivo del científico? ¿Es que Giss no tiene más futuro que servir de conejillo de indias? Mientras tanto su mejor amigo, Asmo, también ha caído en manos de Nisch, y tal vez su futuro sea aún peor que el de su antiguo compañero: Nisch lo ha convertido en una máquina de matar, borrando su mente y su corazón.