Argumento de Gigantes y Molinos
«Don Quijote, y por extensión Cervantes, son ya de la familia, quiero decir, que tienen poco que ver con la literatura. Los tratamos como a seres vivos que son, cercanos, conocidos, y de ahí que la empatía que despiertan en cuantos se acercan a ellos resulte tan asombrosa. ¿Podríamos pasar de largo y dejar a un lado a gentes que como ellos saben tanto de nosotros, y de las que además sabemos tanto? Esa proximidad explica también que sobre ellos circulen tantas opiniones diferentes, de la misma manera que no se verá que de un padre, o de un hermano, o de una madre, coincidan enteramente las opiniones del resto de la familia, y que puedan estas opiniones, aun siendo tan contradictorias a veces, coexistir de modo tan natural.»
Del prólogo de Andrés Trapiello1