Gernika fue un punto de inflexión en la historia de los bombardeos de terror y también el prólogo de los posteriores bombardeos de saturación de la segunda guerra mundial. El mando aéreo alemán experimentó por vez primera en Gernika una combinación de ?bombardeo de alfombra? y ?bombardeo en cadena?. Volando de tres en fondo en formaciones cerradas a través de un estrecho corredor aéreo, sucesivos grupos de bombarderos descargaron una novedosa mezcla de proyectiles explosivos e incendiarios sobre el área urbana de Gernika de escasamente 1 km2, mientras que los aviones de ataque a tierra y los cazas crearon un ?anillo de fuego? alrededor de la villa ametrallando a los civiles desde el aire. El efecto fue devastador.
El libro trata asimismo una cuestión íntimamente ligada a la historia del bombardeo: el general Franco ordenó mentir acerca del bombardeo de Gernika el mismo 27 de abril, menos de 24 horas después del ataque. Concretamente, el telegrama de Carlo Bossi recoge la orden de Franco de negar los bombardeos y de denunciar «el feroz sistema de los rojos de incendiar todos los centros urbanos antes de la retirada». El negacionismo fruto de esta política de la dictadura ha dado lugar al subsecuente reduccionismo historiográfico. La orden de Franco ha convertido a este hecho histórico en uno de los fraudes más paradigmáticos del revisionismo historiográfico del siglo xx.