Un día, cuando Gatito regresó del colegio, se encontró un bonito balón delante de su casa.
Gatito miró a su alrededor, pero no había nadie en la calle, nadie en el jardín, nadie en el patio...
Gatito pensó que aquel balón no era de nadie y lo cogió.
Recién llegado a una nueva casa y con nuevos vecinos, Gatito aún no ha podido vencer su timidez para hacer amigos.
Con el hallazgo fortuito de un balón perdido cree que podrá jugar solo, pero su madre le convence para buscar a su verdadero propietario antes de quedárselo.
Así es como conocerá a Pata, Ardilla, Conejo y Erizo.
La educación de los más pequeños mediante actitudes positivas, pero con la firmeza necesaria; el sentido de la pertenencia y de la responsabilidad; o potenciar la convivencia y la generosidad frente al individualismo y el egoísmo, son algunas claves de este álbum para primeros lectores que también destaca por su estructura narrativa repetitiva, y el seguimiento de un orden numérico descendente en la presentación de los personajes.
La calidad y la calidez de las ilustraciones, con texturas y colores alegres, sirven para lograr la identificación del público con los animales humanizados de esta fábula urbana y contemporánea.