¿Qué relación se establece entre la violencia en las pantallas y el comportamiento agresivo de los individuos? ¿Están los videojuegos intensificando el comportamiento violento de la ciudadanía? ¿Pueden actuar las imágenes violentas como catarsis? ¿Se puede analizar la violencia de forma simple y unívoca? Estas son algunas de las preguntas que se plantean en este texto, cuya finalidad es, de alguna manera, fortalecer «la cultura de paz en la sociedad del espectáculo».