Anna y Nina son tan diferentes. Anna utiliza pósit de color rosa y Nina piensa en negro. Sin embargo, cuando se trata de salvar el mundo, eso importa bien poco y, en equipo, pueden conseguir lo imposible. La segunda misión intergaláctica pone a las dos chicas al límite. Viajes apresurados de un lado a otro del mundo, culturas desconocidas. y un hombre y una mujer que tienen que formar pareja aunque sean tan distintos como las propias Anna y Nina. No es tan fácil conseguir que surja el amor entre dos personas desconocidas. ¡No es de extrañar que también se vea afectada su propia vida sentimental!