Meterse en el cuerpo de un chico por una vez en la vida. ¿qué chica no ha deseado poder hacerlo? Para Anna y Nina es una obligación. Aunque siguen siendo como la noche y el día, se compenetran a las mil maravillas cuando el bien de la humanidad está en juego. En su tercera misión intergaláctica, tienen que transformar por completo al fracasado Alfred y unirlo al amor de su vida. Lo que desean ellas más que nada en este mundo, sin embargo, es recuperar la felicidad perdida.