Alexandre Campos Ramírez -gallego de nacimiento, escritor, inventor, editor, figura legendaria a la que se le debe el futbolín moderno- conoció a Neruda, Camus, Sartre, León Felipe, el Che Guevara, la fama, el miedo, y vio a Europa y a su propio país liberados tras los años oscuros en los que se sumieron tras las dictaduras fascistas, la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Civil española.
El juego que ideó para que también los mutilados pudiesen disfrutar del fútbol no lleva su nombre, quizá porque, para huir de los que le persiguieron durante toda su vida, nunca usó dos veces el mismo. Sin embargo, su legado perdura y la huella en nuestra cultura permanece indeleble al paso del tiempo.
Esta es su historia, pero es también la historia de unos años que marcaron el devenir del mundo para siempre.
Reseña:
«Un cómic complejo, rico en matices, imponentemente documentado, que ha conseguido mantener en perfecto equilibrio la ligereza del juego con lo dramático de los acontecimientos narrados.»
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