Además del aspecto literal y literario, otra clave importante es el conceptual: los siete días de la creación, la salida de Egipto y el paso del Mar Rojo, la travesía de un desierto interminable a base de milagros increíbles y calamidades sin cuento, las plagas, las guerras incesantes, el concepto de un Dios antropomorfo que actúa como lo hacen los hombres y tiene los mismos sentimientos... estas y otras claves deben ser comprendidas para desmitificar todo aquello que ha sido entendido durante siglos como literalismo, fixismo, arcaísmo, fundamentalismo o herejía del literalismo. El autor ha realizado su labor durante décadas, apoyándose en el trabajo de exegetas destacados y en documentos de la Iglesia, como el Vaticano II y, sobre todo, el magnífico documento titulado: La Interpretación de la Biblia en la Iglesia.
Felipe Fernández Ramos (Almanza, León, 1927). Su inmersión en el mundo eclesiástico se inició en el Seminario de León; pasó los grados mayores en Salamanca, Roma y Jerusalén. Su tarea en el campo bíblico comenzó en el Seminario de León, en 1954, y continúa en el mismo hasta el día de hoy. En el intermedio, impartió sus enseñanzas bíblicas en la Facultad de Teología del Norte de España y en la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca.
Su actividad de publicista en el mundo bíblico abarca una veintena de libros. Entre ellos, por destacar alguno, mencionaremos el último: La Realidad Suprema y su Teofanía Definitiva. El Hijo del hombre. El Hombre, Salamanca, 2007. Los artículos amplios en revistas bíblicas superan los sesenta y los de alta divulgación bíblica pasan de 300, particularmente aparecidos en Evangelio y Vida.