Si eres padre primerizo; si de tan bien que quieres criar a tu hijo eres un mar de dudas; si crees que tu pediatra es la persona más buena del mundo... ESTE LIBRO NO ES PARA TI. En serio. Que no. Déjalo donde estaba. No lo leas. Ni lo hojees. Es que ni se te ocurra. Porque los pediatras también tienen un lado oscuro, y por fin, éste ha salido a la luz.