Durante catorce años, el matrimonio de Steve y Meredith Whitman se ha caracterizado por una relación colmada de pasión y amistad, pese a las exigencias de sus respectivas profesiones. Meredith, ejecutiva de un banco de inversiones, ha conseguido ser socia de una de las principales firmas de Wall Street. Steve, médico por vocación, ha elegido trabajar en un servicio de traumatología de un hospital y renunciar a una carrera mejor remunerada. Lo único que falta en sus vidas son hijos. Steve desea tenerlos, pero Meredith se niega a afrontar la maternidad, sobre todo ahora que le han ofrecido una inmejorable oportunidad de codearse con la flor y nata empresarial de San Francisco, a cuatro mil kilómetros de Nueva York. Steve promete reunirse con ella cuando consiga a su vez un empleo en California. Tal vez entonces, confía, puedan por fin formar una familia. Sin embargo, ni Steve ni Meredith han contado con las frustraciones que conlleva vivir separados. Sola en San Francisco, ella pasa largas horas en la oficina con su jefe, el carismático Callan. Por su parte, él comparte veladas con una colega del hospital. Casi sin darse cuenta, Steve y Meredith comienzan a llevar vidas independientes en mundos cada vez más alejados y sus corazones empiezan a verse arrastrados por fuerzas irresistibles.