Europa, siglo XVIII. Durante el apogeo de la proliferación científica, el capitán de un barco que se encuentra navegando por las aguas del Polo Norte rescata al físico Victor Frankenstein. Al borde de la muerte, el doctor Frankenstein confiesa que se encuentra en plena persecución de lo que ha sido su más macabro y monstruoso experimento y origen de todos sus males. Con sus propias manos ha dado vida a un ser de aspecto abominable, que se ha vuelto en contra de él y desde entonces ha tenido que enfrentarse al rechazo y el maltrato de un mundo que lo aisló hasta la desesperación. La desolación y el odio del engendro lo llevaron a cometer un sinfín de atrocidades que perduraron hasta la muerte del doctor, moderno Prometeo, que intentó desafiar los límites de la vida y la muerte. En esta obra filosófica del terror, cuya idea primera nació a partir de una pesadilla, Mary Shelley denuncia con crudeza y sinceridad la ambición del hombre por dominar las leyes naturales, empresa absurda que expresa un malestar ancestral. Frankenstein, publicada hace casi doscientos años, ya forma parte del imaginario de la cultura universal.