Desde una óptica sobre todo sociológica se analiza las diversas facetas de la actividad del personaje, que fue reformado más o menos luterano y autor de notables narraciones de propaganda anticatólica (especialmente sus «Memorias»); políglota y traductor, con importantes contribuciones tanto en el campo bíblico como en el de los clásicos grecolatinos; profesor universitario en Cambridge y preceptor; editor y cuasicomerciante de libros en el exilio, sobre todo en Basilea y Estrasburgo, con una bibliografía personal erizada de problemas de atribución y algunos pequeños misterios. Una vida, en definitiva, corta pero extraordinariamente
azarosa, densa y cosmopolita, que podemos seguir en buena medida en la propia voz que nos ofrece el protagonista en su amplio epistolario conservado.