Este libro se plantea analizar el decisivo papel desempeñado por la fotografía en la construcción y desarrollo de la imagen de la arquitectura moderna. Su periodo de estudio se centra en el intervalo temporal que arranca en 1925, año en el que se celebra la Exposición Internacional de Artes Decorativas de París, en el que László Moholy-Nagy publica "Pintura, Fotografía, Cine" y en el que aparece la revolucionaria cámara Leica. Y finaliza en 1939, con los procesos bélicos que afectaron a España y al mundo, que desencadenaron exilios y muerte de gran parte de sus protagonistas, con la ruptura que esto supuso en los procesos culturales iniciados.
El trabajo presta especial atención a lo ocurrido en Andalucía en esos años, indagando sobre los nombres de los profesionales que trabajaron por estos lares mostrando la imagen estereotipada de esta región que el floreciente negocio de las tarjetas postales transmitía al resto del mundo. Entre ellos destaca, por su relación profesional con el GATEPAC, la figura clave de la austríaca afincada en Barcelona Margaret Michaelis y, en menor medida, la del madrileño Luis Lladó, encargado de documentar algunos de los principales ejemplos modernos del Sur, ambos en el anonimato hasta hace poco más de una década.