Esta monografía constituye una extensa disertación sobre las relaciones entre la forma y la materia en el seno del Derecho financiero y tributario. En la misma, se realiza un minucioso análisis de aquellas interpretaciones jurisprudenciales y administrativas que, en opinión del autor, implican otorgar un protagonismo preponderante a la forma en la aplicación de la Ley con menoscabo de los valores a los que aquélla debe tender y que justifican su razón de ser. En ocasiones, la inocente aplicación del ordenamiento jurídico en realidad supone un inaceptable atropello porque la injusticia en la toma de una decisión resulta factible en todos aquellos ámbitos en que existen espacios de poder, intereses en conflico y un fluctuante equilibrio entre valores y resultados.
Quizás el paradigma de esa relación entre la forma y la materia es la solución que los operadores jurídicos otorgan al incumplimiento de determinadas obligaciones formales y las consecuencias que al mismo se asocian desde el plano sustantivo materializado, en muchas ocasiones, en la pérdida de derechos sustanciales. Tal situación atenta al principio de proporcionalidad pero quizás más todavía al propio sentido común porque los institutos jurídicos forman parte de u todo global que los explica, trasciende y determina.