¿Somos hombres y mujeres diferentes por naturaleza? ¿O es más bien la sociedad la que construye nuestras diferencias y desigualdades? Marina Subirats nos propone en este libro olvidar este viejo debate y concentrarnos en descubrir los dispositivos culturales que siguen transmitiendo los géneros sin que seamos conscientes de ello, sin que ni siquiera estemos de acuerdo. Las seducciones de nuestra cultura, que nos inculcan mandatos ancestrales bajo la forma del juego y la diversión. Y que, sin embargo, tienen consecuencias nefastas sobre nuestras vidas de personas del siglo XXI, que ya tienen otras necesidades y otras urgencias que las de las generaciones pasadas. Ser conscientes para educar de otra manera, he aquí el reto dirigido a madres y padres, a medios de comunicación, a escuelas y universidades. Sólo si aprendemos a mirar desde otro ángulo el sentido de nuestra cultura o de nuestros actos podremos ir transmitiendo a las nuevas generaciones unos mensajes que les permitan ser más libres y más auténticas, prescindiendo de estereotipos caducos que pesan aun demasiado sobre todos y todas.