Nadie creía en ellos, nadie pensó que podría ser real algún día... O quizá eran Robin y Jesús precisamente, los que nunca imaginaron que la vida juntos podría ser tan perfecta. Cinco meses después aún se les encoge el estómago cada vez que sus labios se tocan. Aunque sea con ese beso sencillo que se dan al saludarse. Quizá sea la emoción de saber que por fin, pueden darse tantos cómo quieran.
Pero no todo será perfecto en la vida de Robin y Jesús... Será un reto para ellos sacar tiempo para verse con tanto trabajo y tantos compromisos. No siempre es fácil sacrificarse por la persona que amas y un viaje a Los Ángeles pondrá en peligro todo lo que han conseguido con tanto esfuerzo.
Por su parte, Dani ha superado la definitiva ruptura con Baby. Se quedó tan decepcionado con su actitud y sus mentiras que no le fue difícil dejar de pensar en ella. Ahora está feliz, disfrutando de su mayoría de edad, saliendo con sus amigos, más concentrado que nunca en el trabajo y enamorándose cada cinco minutos de una chica diferente.
La vida en París también ha cambiado. Baby lleva meses saliendo en serio con Ángel. Son la pareja perfecta. Incluso los padres de ambos aprueban la relación que poco a poco se consolida a pesar de ese pequeño pinchazo en el estómago que Baby intenta ignorar que siente cada vez que se acuerda de Daniel.