Una historia de amor en la que está prohibido el contacto físico... pero ¿quién puede controlar los juegos de la imaginación y el deseo?
«Esto es lo que siempre he querido: sacar las mejores notas de la clase, que mi abuela esté orgullosa de mí y, sobre todo: ser la primera de mi familia en ir a la universidad.
»Mi madre y mi hermana estaban obsesionadas con los chicos, el amor y el sexo. Tanto, que se olvidaron de lo que querían para el resto de sus vidas. Y lo perdieron todo. Por eso, yo he jurado que nunca perderé la cabeza por un chico.
»Pero eso fue antes de Tate.
»Antes de que el cantante con más éxito del mundo se fijara en mí.
»Antes de los aviones privados, las citas secretas y las letras de canciones sobre nosotros.
»Hay tanto que no sé... como por qué dejó la música, dónde va cuando no estamos juntos, qué secreto oculta su pasado. Pero cuando nos besamos, el resto de mi vida queda muy lejos. Y ahora... ya no sé lo que quiero.»
Charlotte, de 17 años, no está nada segura de las intenciones de Tate, la joven estrella del rock que parece haberse enamorado de ella. ¡Ni siquiera está segura de que él vaya en serio! Pero Tate la visita en el trabajo y le manda flores al instituto, y Charlotte no puede resistirse... Tate acaba estableciendo unos límites hasta que ella se gradúe: nada de contacto físico.
Lo que comienza como una atracción física se transformará en algo mucho más profundo a medida que van poniendo a prueba los límites que se han impuesto.
TODO ESTÁ ABIERTO A LA IMAGINACIÓN